FAQs
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Tolsa es una empresa certificada en minería sostenible. Esto significa que nuestra estrategia de futuro considera todos aquellos impactos que puedan llegar a producirse como consecuencia de nuestra actividad, tanto a nivel económico, como social o medioambiental.
La vigilancia de estos 3 pilares forma parte de nuestra estrategia de crecimiento y fruto de esta vigilancia activa, es nuestro compromiso por lograr las certificaciones más ambiciosas. -
La carrera hacia la sostenibilidad conlleva para todas las empresas mineras un doble reto: por un lado, lograr un impacto positivo mediante la mejora de la huella ambiental y social de sus operaciones, y al mismo tiempo producir más, ya que los minerales estratégicos son imprescindibles para la transición a una sociedad más sostenible.
Se calcula que la demanda de minerales, puede multiplicarse por diez de aquí a 2050, debido fundamentalmente a las necesidades de materias primas que requiere el sector de las energías renovables, los coches eléctricos, paneles solares, incluso nuestros teléfonos móviles. La sociedad necesita para avanzar elementos que solo puede proveer la minería.
Tolsa es consciente de este desafío y desde hace años trabajamos, no sólo en la mejora de nuestras operaciones, sino también en el desarrollo de soluciones minerales que contribuyan a crear los materiales del futuro, más seguros, eficientes y sobre todo más sostenibles.
Nuestro propósito es tener un impacto positivo en la sociedad mediante un buen uso de los recursos del siglo XXI.
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Por «impacto positivo» entendemos todo lo que es medible y específico como resultado de nuestra actividad.
- Impacto positivo al mejorar los lugares y comunidades en los que estamos presentes.
- Impacto positivo gracias a los beneficios específicos de nuestros productos.
- Impacto positivo al cuidar de las personas con las que trabajamos.
- Impacto positivo al cuidar de las personas para las que trabajamos.
¿Quieres saber cómo? Consulta los proyectos de Tolsa para apoyar los Objetivos de Desarrollo Sostenible en nuestra página de sostenibilidad .
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Debemos aprovechar con responsabilidad los recursos que nos ofrece la naturaleza, pero también todos aquellos al alcance de nuestra mano y que puedan ayudarnos a crecer de forma sostenible.
Además de recursos naturales, como nuestras materias primas o las energías limpias, debemos aprovechar los recursos tecnológicos y mantenernos vigilantes de aquellos avances científicos que puedan ser una palanca de transformación interna o global.
En Tolsa creemos que compartir conocimiento es compartir valor, por esto consideramos que es nuestra responsabilidad hacer un buen uso de nuestra experiencia y conocimiento, desarrollando alianzas duraderas con nuestros clientes, empleados y grupos de interés en general.
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En Tolsa buscamos aportar valor a las comunidades en las que estamos presentes, y esto sólo es posible si establecemos alianzas duraderas que nos permitan entender las necesidades reales.
Por ejemplo, en Senegal contamos con un proyecto permanente de desarrollo local, gracias al cual aseguramos la escolarización de más de 300 niños y niñas, la atención médica a sus familias, así como la accesibilidad a alimentos y productos de higiene, entre otros.
En países desarrollados nuestra aportación se dirige a otras preocupaciones que, generalmente, tienen relación con el crecimiento sostenible de nuestro modelo de vida y con los grandes desafíos medioambientales.
Muchos de nuestros esfuerzos se dirigen, por tanto, a trabajar con centros de investigación y empresas para crear los materiales de futuro y lograr que nuestras ciudades, alimentos, la energía que utilizamos, tengan un menor impacto medioambiental.
Escuchar e involucrar a nuestros grupos de interés es una parte clave de nuestra estrategia, ya que tenemos la convicción de que, sólo sumando esfuerzos, talento y recursos, podremos afrontar los retos que se nos planteen en el futuro.
Cada vez más, la sociedad demanda que las empresas nos abramos hacia la colaboración con las administraciones, con organizaciones no gubernamentales, consumidores y ciudadanos, incluso colaborando con otras empresas a nivel de asociaciones nacionales e internacionales, todo con un único objetivo: abrir nuevos caminos que nos permitan abordar juntos los retos que nos afectan a todos.
¿Quieres saber cómo? Consulta los proyectos de Tolsa para apoyar los Objetivos de Desarrollo Sostenible en nuestra página web de sostenibilidad.
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Existen multitud de índices para determinar y medir el tipo de impacto que tiene cada industria. La minería no es una excepción. Nuestro tipo de minería, se sitúa en índices como el de “Rock to Metal” en la escala más baja, siendo incluso inferior a muchos proyectos de ingeniería civil.
Esto se debe a que nuestra actividad minera consiste simplemente en mover tierra y, al final del proceso, nosotros nos vamos para que la naturaleza pueda seguir su curso.
Nuestro impacto es mínimo porque aplicamos las mejores prácticas:
- Tolsa es una empresa certificada en Minería Sostenible, que además cuenta con las certificaciones y estándares más exigentes a nivel de calidad de procesos, medioambiental y social.
- Previamente a la explotación del mineral, se realiza una fase de desmonte, con lo cual se conserva el sustrato vegetal y las larvas del entorno, para que la riqueza del suelo pueda ser recuperada en la fase de restauración. Es una manera de facilitar que la naturaleza se recupere con mucha mayor rapidez y pueda seguir su curso.
- Nuestras minas siempre son a cielo abierto y su explotación se realiza por arranque (utilizando únicamente la fuerza mecánica de retroexcavadoras).
- No aplicamos técnicas que puedan dañar el medio ambiente, ya que no se utilizan explosivos ni productos químicos.
- Nuestros minerales se secan en nuestras minas por exposición directa al sol, minimizando el uso de energías fósiles.
- Este tipo de extracción, por tanto, es más segura para nuestras personas y el entorno.
- En Tolsa hacemos minería de trasferencia, lo que significa que la tierra que retiramos, se reutiliza para tapar los huecos de la campaña anterior. Con esta metodología además de recuperarse antes el entorno, se evita la generación de escombreras y residuos.
- Todos nuestros proyectos, cuentan con un estudio de impacto medioambiental y con las autorizaciones administrativas necesarias para poder iniciar la actividad.
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La minería de transferencia, es la técnica extractiva que a nivel internacional se considera como la “mejor técnica disponible”. Tiene esta consideración porque minimiza la superficie afectada por los trabajos de extracción y elimina la formación de escombreras, ya que la mayor parte del material estéril (la tierra sin minerales valiosos) se utiliza para rellenar huecos de la campaña anterior.
Nuestros procesos tampoco requieren la utilización de explosivos ni productos químicos contaminantes, así que básicamente, puede decirse que movemos tierra mediante técnicas de arranque directo con retroexcavadoras.
La minería de transferencia se basa en excavar el hueco minero por fases, en vez de hacerlo de una sola vez. Esto implica rellenar los huecos después de cada fase a medida que avanza el proceso, salvando y devolviendo además la tierra vegetal a su origen.
Esto permite que haya menos terreno en explotación al mismo tiempo, haciendo que el impacto medioambiental sea menor en espacio y en duración. Y cuando nos vamos, la naturaleza prosigue su camino en un entorno más adecuado para que prolifere la biodiversidad.
En definitiva, la minería de transferencia es una técnica moderna, sostenible y comprometida con el medioambiente.
Sabías que… Nuestras minas en España se dividen en lo que denominamos cuarteles y su ciclo de vida tiene una duración limitada. Una vez finalizada la extracción del mineral, restauramos los terrenos para que la naturaleza prosiga su curso.
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La extracción de mineral se hace en retirada, lo que significa que la tierra que extraemos de un agujero sirve para tapar hueco anterior. Pero la capa superficial tiene un gran valor medioambiental que debemos proteger.
Esta capa vegetal es la que sostiene el crecimiento de la vegetación, contiene más humedad que la capa inmediata inferior y además acumula semillas, larvas y otros organismos fundamentales para la biodiversidad.
Una fase importante de nuestros procesos es el retirar precisamente esta superficie vegetal, reservarla y restituirla al finalizar el proceso para que la tierra siga siendo fértil, y que tanto las semillas como las larvas autóctonas puedan continuar su ciclo vital y proliferar de nuevo.
Nuestros proyectos mineros contemplan siempre un plan de revegetación natural, pero en ocasiones se puede requerir una reforestación protectora adicional, incorporando especies recomendadas por los expertos competentes en cada área de influencia. Esto puede implicar la recogida y selección de semillas, o una campaña activa de reforestación para acelerar el proceso de recuperación natural.
En el caso de que eso no sea posible porque los terrenos estén destinados a otros usos, intentamos compensar a la naturaleza y al entorno impulsando campañas de restauración que puedan enriquecer la biodiversidad de otras zonas que lo necesiten.
Nuestro bosque Tolsa, es un buen ejemplo. Gracias a nuestras campañas de reforestación contribuimos recuperar espacios degradados.
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Queremos que nuestras actividades mineras tengan realmente un valor para la comunidad, ya no sólo en términos económicos o de empleo, también a nivel medioambiental.
Nuestro proyecto en Madrid, se centra en la recuperación de un antiguo vertedero municipal de inertes en la localidad de Pinto. Este espacio, poco a poco se está recuperando en colaboración con la asociación Áreas Verdes y gracias a la participación de otras empresas de sectores muy diferentes que, como nosotros, realizan campañas de reforestación. Tolsa ha plantado ya 1.600 árboles en esta zona.
Nuestro Proyecto en Senegal, al tratarse de una zona especialmente afectada por la desertificación, es otro pilar de nuestro Bosque Tolsa. Nuestro sueño es cambiar la arena por frondosa hierba y eso solo será posible con un esfuerzo continuado. Nuestras campañas “un hombre un árbol”, invitan a la comunidad a participar en campañas de reforestación. Empleados, familias, instituciones, otras empresas, todos juntos combatiendo el cambio climático.
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Nuestras arcillas tienen cierta impermeabilidad, por lo que es habitual que se generen acumulaciones de agua procedentes de las precipitaciones o agua de lluvia. Normalmente esta acumulación de agua es temporal ya que se va evaporando y renovando en época de lluvia y su continuidad depende mucho de las condiciones climatológicas.
Estas acumulaciones de agua son muy habituales no sólo en las actividades mineras, sino en muchos proyectos que implican el movimiento de tierras, como en el sector de la construcción, y siempre tienen un carácter temporal.
Esto significa que nuestra actividad no perjudica los recursos hídricos o acuíferos, al contrario, puede llegar a generarlos precisamente por la naturaleza de nuestras arcillas, que facilitan la acumulación de agua de lluvia y de correntía.
En Tolsa somos conscientes de que nuestra actividad puede contribuir a impulsar la biodiversidad en espacios especialmente áridos en los que el agua escasea y nuestra voluntad es favorecer que este proceso artificial pueda aprovecharse en beneficio de la biodiversidad o incluso para fortalecer proyectos urbanísticos de valor para la comunidad.
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En la actualidad, y debido al marco regulatorio de las actividades extractivas, los proyectos mineros deben abordarse con una perspectiva integral, que contemple desde el aprovechamiento de los recursos hasta la restauración o regeneración final de los terrenos afectados. Este plan siempre debe estar alineado con los planes urbanísticos y de ordenación del territorio existentes.
Esto implica que el tipo de restauración a efectuar no es elegible, ya que atiende a un marco regulatorio que debemos cumplir.
En muchas ocasiones, esto implica la obligatoriedad de cubrir los huecos de explotación y con ello, estas acumulaciones de agua para devolver los terrenos a su estado y cota original.
Los huecos mineros son generados artificialmente y no dejan de ser terrenos inestables y peligrosos cuya duración debe ser temporal.
Pero en Tolsa, además del cumplimiento normativo, perseguimos lograr un impacto positivo y, siempre que esté en nuestra mano, queremos impulsar que nuestros proyectos de restauración puedan aportar un valor diferencial a la comunidad.
En el caso de decidirse su continuidad, los terrenos deben ser especialmente acondicionados y estabilizados para garantizar las condiciones de seguridad necesarias, ya no solo para las personas, sino también para la fauna.
Por este motivo las zonas de explotación deben permanecer siempre delimitadas y correctamente señalizadas. Además, debe existir una coordinación de actividades de vigilancia con las administraciones para evitar el acceso.
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La ciudad de Madrid se emplaza sobre el mayor yacimiento del mundo de sepiolita, tanto si hablamos en criterios de calidad de mineral como de cantidad. Es un lugar de gran valor geológico y único en el mundo.
Tolsa lleva desarrollando su actividad en Madrid desde hace más de 30 años en sintonía con el crecimiento de nuestra ciudad. Muchos de nuestros barrios se han construido sobre antiguos yacimientos de Tolsa, que siempre ha sabido planificar y alinear sus actividades mineras a las necesidades urbanísticas de la ciudad.
¿Sabias que … el barrio de las Rosas y el Ensanche de Vallecas están construidos sobre antiguos yacimientos mineros?
Tolsa ha evolucionado con la ciudad de Madrid, impulsando el crecimiento económico, generando empleo y contribuyendo a la creación de espacios singulares como el Estadio Cívitas Metropolitano.
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Nuestra actividad implica obtener lo mejor de la tierra y esto requiere modificar el entorno, lo que nos hace sentir especialmente responsables de los terrenos y espacios en los que trabajamos. Por este motivo, en Tolsa nos comprometemos a minimizar nuestro impacto medioambiental, compensando y mejorando el entorno antes, durante y tras nuestra actividad.
Nuestro equipo de expertos sabe que la vigilancia y la protección del medioambiente debe estar integrada en todos y en cada uno de nuestros proyectos mineros e industriales.
Y para verificar que esto siempre es así, contamos con las certificaciones más exigentes en todos los países en los que operamos y, aunque no exista un requerimiento legal, aplicamos por norma nuestras buenas prácticas. En este sentido la legislación europea, en lo que concierne a actividades mineras, es la más restrictiva y exigente, y es sobre estos principios sobre los que construimos nuestra estrategia de compañía.
Pero cuando hablamos de protección de la biodiversidad, debemos diferenciar entre el requerimiento legal para operar y el compromiso de las empresas que, como Tolsa, quieren tener un impacto positivo en el ecosistema.
Tolsa, además de contar con las certificaciones más exigentes y de cumplir con la legalidad en todas sus operaciones, ha incorporado una serie de compromisos a sus actividades mineras como son las campañas de reforestación en zonas degradadas o con un alto riesgo de desertización.
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Si bien es cierto que existe un imperativo legal que nos obliga a devolver los terrenos en su estado y cota original, en Tolsa entendemos que cuidar de la naturaleza es cuidar de nuestro futuro.
Más allá de los proyectos de restauración minera tradicionales, en Tolsa tenemos el compromiso de lograr que nuestra actividad tenga un impacto positivo en las comunidades en las que estamos presentes, y por ello, nuestros proyectos de restauración siempre buscan enriquecer el entorno, ya sea mejorando activamente la biodiversidad o facilitando un uso final alineado con las necesidades de la comunidad.
Esta decisión evidentemente depende de los planes urbanísticos que tengan las administraciones o incluso los propietarios, que en ocasiones nos alquilan sus terrenos.
Para nosotros siempre es gratificante poder contribuir a la creación de un espacio singular, ya sea para la protección de la biodiversidad o para el desarrollo urbanístico.
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Desde Tolsa impulsamos que los proyectos de restauración de los terrenos puedan alinearse a los planes urbanísticos, ya sea para reducir costes a las administraciones o facilitar espacios verdes o recreativos para la comunidad.
Estos proyectos especiales, que en Tolsa denominamos Proyectos de Impulso de la Biodiversidad no siempre son fáciles de implantar, ya que son muchos los agentes sociales o grupos de interés que intervienen en su diseño y ejecución.
Los propietarios de los terrenos, las diferentes administraciones, los grupos ecologistas, incluso los propios vecinos, pueden tener intereses diferentes e influir significativamente en las decisiones y los tiempos.
Por este motivo, cada vez se hace más imprescindible escuchar a los diferentes agentes de las comunidades en las que estamos presentes, algo fundamental para garantizar que nuestros proyectos generen un impacto positivo real y perdurable.
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Por ejemplo, tenemos en marcha un proyecto en Cáceres para convertir una de nuestras explotaciones mineras en un enclave estratégico de biodiversidad, gracias en parte a las balsas de agua que se originan de forma natural en nuestras explotaciones.
Este tipo de proyectos se realizan de la mano de grupos ecologistas expertos, para garantizar un impacto positivo en el ecosistema y en la comunidad.
Además de crear refugios para la fauna autóctona como murciélagos, rapaces, jabalíes, reforestaremos con flora autóctona por lo que se procederá a la recogida y selección de semillas de la zona.
Los terrenos, que en este caso son propiedad de Tolsa, se cederán para su posterior conservación y protección.
También estamos especialmente ilusionados con poder formar parte del proyecto del Bosque Metropolitano en Madrid, que además de tener un gran valor para biodiversidad también será un área recreativa clave en la Comunidad de Madrid, que podremos disfrutar con nuestras familias, ya que muchos de nuestros empleados son vecinos de la zona. Ver como este ambicioso proyecto se transforma en una realidad será sin duda un gran hito para Tolsa.
Por tanto, nuestra actividad además de generar empleo y riqueza, ayuda a adecuar esos terrenos a los planes urbanísticos, ya sea ahorrando costes a las administraciones, a los propietarios de los terrenos o incluso impulsando proyectos de mejora que impacten positivamente en el desarrollo de la comunidad.
Sabías que… el estadio del Cívitas Metropolitano de Madrid se construyó sobre uno de nuestros yacimientos mineros? Tolsa contribuyó al proyecto ya que gracias a nuestra actividad se adecuaron los terrenos para la construcción de los cimientos del estadio reduciendo significativamente los costes del proyecto de ejecución. Hoy son muchos los ciudadanos los que disfrutan de este espacio singular sin saber que se ubica sobre una antigua mina de sepiolita.
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Muchos de los grandes hallazgos arqueológicos y paleontológicos han sido descubiertos gracias a las actividades mineras.
El hallazgo de restos arqueológicos o paleontológicos, aunque suponga la paralización temporal de nuestra actividad, también puede contribuir a dar luz sobre un pedacito de nuestra historia y generar otro tipo de riqueza, en ocasiones igual o incluso más valiosa que nuestros minerales.
Las empresas mineras, somos la primera línea de defensa para la protección de este patrimonio histórico y cultural.
Cuando se realiza un potencial hallazgo arqueológico, las empresas tenemos la obligación de avisar a las autoridades oportunas. Pero en ocasiones, la falta de conocimiento o simplemente la falta de visibilidad al tratarse de procesos mecánicos pueden conllevar su destrucción no intencionada.
Por este motivo, en Tolsa anualmente formamos a nuestros equipos internos y externos en la identificación de restos que puedan tener un valor científico, ya sean vestigios de civilizaciones antiguas o restos paleontológicos.
Además, contamos con un procedimiento interno que nos ayuda a actuar de manera diligente en el caso de detectarse malas prácticas por parte de nuestros equipos, ya sean empleados o subcontratas. Además, contamos con un canal de denuncias internas anónimo llamado Integrity Channel.
En Tolsa apoyamos la protección del patrimonio histórico y la ciencia porque sólo conociendo nuestro pasado podemos avanzar hacia el futuro.
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En Tolsa conocemos bien la evolución y las necesidades de los sectores en los que estamos presentes. Por eso desde el principio hemos trabajado sabiendo que 65 años después, no estaríamos haciendo ni lo mismo ni de la misma manera.
La marca Tolsa siempre ha sido sinónimo de Capacidad Innovadora, Visión Global y Prácticas Conscientes. Son precisamente estos valores, los que siempre nos han impulsado a descubrir más aplicaciones y productos; a estar presentes en más países con mejores marcas más reconocidas; y a integrar los principios de crecimiento sostenible en todas y cada una de nuestras actuaciones.
Entre nuestros grandes proyectos destacamos la inversión en tecnología y eficiencia energética, que son claves para reducir la huella de carbono en todos nuestros procesos.
Pero también lo son la gestión eficiente de los recursos hídricos (aprovechamiento de agua de lluvia y reciclaje de agua consumida), así como el incorporar medidas de economía circular para nuestros residuos como finos y estériles, pero también para utilizar materias primas residuales de otras industrias.
Otra de nuestras inquietudes es lograr la excelencia en la gobernanza e impulsar el establecimiento de alianzas duraderas con Instituciones, empresas privadas y las comunidades en las que Tolsa se encuentra presente, con el objetivo de impulsar programas de desarrollo socioeconómico.
La inversión en tecnología y energías limpias es clave para lograrlo, pero además es imprescindible integrar a las comunidades en los beneficios de sus proyectos de restauración. Hay grandes antecedentes de espacios mineros por todo el mundo que se convirtieron en referentes de cómo la minería puede favorecer la biodiversidad.
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La mejora energética es una constante en nuestra estrategia de crecimiento.
Como empresa global, nuestra estrategia incorpora la búsqueda de la eficiencia energética en cada una de nuestras operaciones. Nuestro objetivo es lograr un impacto positivo mediante la vigilancia y mejora de nuestra huella medioambiental tanto directa como indirecta.
Es nuestra responsabilidad, como empresa, pero también como individuos, explorar nuevos caminos para que nuestra sociedad siga evolucionando con garantías y en la dirección correcta. Esto es precisamente lo que significa nuestro lema “Breaking new paths”.
¿Cómo mejoramos nuestro impacto medioambiental directo?
- Hemos incorporado técnicas de oreo a nuestros procesos para minimizar el uso de energía artificial.
- Valoración e implantación de nuevas fuentes de energía (fotovoltaica e hidrógeno).
- Reducción de consumos.
- Parque de maquinaria eléctrica y con baterías de litio.
- Inversión en equipos e instalaciones más eficientes.
- Procesos de digitalización y automatización.
- Formación y sensibilización de nuestros empleados.
- Aplicación de principios de economía circular a través del reciclaje y recuperación de los residuos que genera nuestra actividad.
¿Cómo mejoramos nuestro impacto medioambiental indirecto?
- Selección de proveedores más sostenibles.
- Instalando puntos de recarga para vehículos eléctricos y fomentando el transporte colectivo y particular sostenible.
- Transporte multimodal para nuestros procesos logísticos.
- Desarrollos conjuntos con proveedores y empresas.
- Valoración de materias primas alternativas como puede ser la reutilización de residuos de otras industrias.
- Alianzas por la sostenibilidad (Pacto Mundial).
- Incorporación de conceptos de ecodiseño a los procesos de creación de nuevos productos.
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Cada uno de nuestros yacimientos mineros es diferente y tiene sus peculiaridades, pero a grandes rasgos comparten muchas similitudes.
Para poder operar, es necesario contar con los derechos de explotación o concesiones, y cumplir todos los requisitos legales, como un estudio de impacto medioambiental favorable.
Estos requisitos pueden variar de un país a otros, pero como norma, Tolsa aplica los estándares europeos que son los más exigentes, para asegurar que todas sus operaciones cumplen con la legalidad y consideran los impactos económicos, sociales y medioambientales.
Nuestro objetivo es tener un impacto positivo en la sociedad y en las comunidades en las que estamos presentes. Por eso nuestra prioridad es establecer con los propietarios de los terrenos y con nuestros vecinos una relación en la que todos ganen.
Muchos de los terrenos suelen ser de uso agrícola y pertenecen en gran parte a pequeños agricultores, pero en ocasiones las zonas de explotación también se encuentran en zonas urbanas.
Nuestra labor ayuda a adecuar los terrenos a los planes urbanísticos, ya sea ahorrando costes a las administraciones, a los propietarios de los terrenos, o incluso impulsando proyectos singulares que mejoren sustancialmente la biodiversidad o se conviertan en áreas recreativas para los vecinos.
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Cada una de nuestras explotaciones mineras es diferente y tiene sus peculiaridades (en función de la geomorfología del terreno, la profundidad del mineral y su potencia), pero a grandes rasgos nuestros procesos de extracción son muy similares.
- Exploración:
Nuestro departamento de desarrollo minero busca e investiga permanentemente nuevos yacimientos y materias primas que puedan permitirnos desarrollar nuevas aplicaciones y líneas de negocio, o que simplemente renueven nuestras reservas.
- Testeo:
En la fase de exploración, es importante determinar la calidad, cantidad y profundidad del mineral. Para ello, realizamos perforaciones que nos permiten crear nuestro «mapa geológico». Con esta información, además de determinar si un yacimiento es rentable, podemos planificar el uso de cada tipo de mineral según la demanda del mercado.
- Desmonte:
En Tolsa estamos comprometidos con el entorno y la biodiversidad. Cuando iniciamos una operación minera, siempre retiramos y conservamos el sustrato vegetal de la superficie, con el objetivo de volver a colocarlo en su sitio una vez terminada la excavación. Este proceso garantiza que las larvas y semillas de la zona puedan continuar su proceso y que la tierra siga siendo fértil y rica en biodiversidad.
- Arranque:
Nuestros procesos de explotación se realizan en «repliegue o retirada», lo que significa que nuestras operaciones se realizan en cuarteles o zonas específicas y que, además, son temporales. La extracción del mineral se hace mediante arranque utilizando grandes retroexcavadoras. El mineral bruto se transporta en camiones hasta el molino.
Para el control de nuestras minas utilizamos drones, que además de realizar tareas de vigilancia nos permiten medir de manera muy fiable los avances de las explotaciones y controlar el stock de mineral.
- Trituración y molienda:
El mineral extraído se muele en nuestros molinos primarios, gracias a los cuales conseguimos tamaños más manejables y adecuados para su manipulación y transporte.
- Secado: ¿Alguna vez has visto un campo de piedras?
Nuestro proceso de extracción es respetuoso con el medio ambiente y siempre intentamos minimizar el uso de energía. Por ello, planificamos nuestras campañas de forma que podamos secar nuestros minerales de forma natural mediante la técnica del oreo (por exposición directa al sol).
- Transporte
Una vez que el mineral está suficientemente seco, se envía a los centros de producción. Mucha de la materia prima se prepara para su proceso en plantas primarias próximas a las minas. Desde allí se envía a otras filiales del grupo que son responsables de realizar el proceso secundario, que convertirá nuestras preciadas piedras en más de 250 aplicaciones.
- Restauración:
Una vez finalizada la campaña y los trabajos de extracción, además de restaurar el terreno para que la naturaleza siga su curso, realizamos campañas de reforestación en lugares deteriorados o desertizados según las necesidades de las comunidades en las que estamos presentes.
En ocasiones los planes de restauración pueden adaptarse para integrarse en grandes proyectos de mejora de la biodiversidad o para la creación de espacios recreativos para los vecinos. En Tolsa nos encanta poder participar en proyectos singulares que tengan un impacto positivo en la comunidad.
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